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domingo, 31 de julio de 2011

El columpio y sus besos

¿Alguna vez habéis sentido esa extraña sensación de cosquilleo
y nerviosismo a la vez en el cuerpo?
Yo lo sentí cada vez que ella me besaba este verano.
Una noche de fiesta estábamos ambas sentadas en un sillón columpio,
cada una miraba a un lado, yo pensando si salir a bailar o seguir sentada a su lado.
Las luces del sitio eran muy luminosas, hacían el momento más bonito.
Se me acercó al oído y me preguntó ''¿qué te pasa?'', yo le respondí que nada, que estaba bien.
Se me acercó muy cerca a mí, muy lento, y rozó sus labios con los míos,
me besó unos largos minutos.
Sinceramente, nunca había experimentado una sensación tan extraña y nueva en mí,
seguía en sus labios y la besé de forma muy dulce.
Besa tan bien que se vuelve adictiva.
Metió mano por mi pantalón, pero la paré, el momento era tan bello para mí
que no quise dejarme llevar por sensaciones diferentes.
Me llegué a emocionar tanto que sentí la necesidad de llorar,
llorar del logro que sentí al conseguir que me besara poniendo mi cara de preocupación
para que volviera a preguntar ''¿qué te pasa?'', aunque no me pasara nada,
pero era la forma perfecta para que ella se acercara a mis labios.
Aún al pensar en ese momento siento ese afamado cosquilleo,
es una sensación parecida a llegar al cielo y caer de él en segundos,
notando el aire agitando tu cuerpo.
¿Porqué me pasaba esto? Era tan extraño y conmovedor...
Sus manos sostenían mi cara centrándola más a la suya, acariciándome el pelo,
introduciendo sus manos por debajo de mi camisa blanca.
Tenía una conmoción y excitación en el cuerpo increíble,
sentía tantas ganas de desnudarla y besarla todo lo que quedaba de noche.
Me atrajo más que nunca... Más que nunca.

1 comentario:

Jêveur. dijo...

me encanta, es tan intenso... (: