'> expr:class='"loading" + data:blog.mobileClass'>

jueves, 25 de agosto de 2011

Echo de menos

Hecho de menos mis momentos divertidos contigo, eras la mejor...
Eras incluso mejor que nadie, porque me hacías reír mucho, evadirme de cualquier problema.
Ahora mi problema es no reírme con tus gracias y nuestras tonterías, los chistes de rubias,
Echo de menos la Irene tan divertida, quien me dejaba hacerle cosquillas en el cuello
y decía que parecía un conejito.
Echo de menos cuando me llamabas Bubú, me encantaba que me llamaras así.


               Echo de menos esos momentos tan divertidos contigo.



Me encantaría que oyeras esta canción, que entre tantas cosas me recuerda mucho a ti.
Te quiero.

domingo, 21 de agosto de 2011

Aveces ...

Aveces pienso que quererte demasiado se me escapa de las manos ...
Aveces tengo miedo de no salir adelante por mí misma, dependo mucho de ti, 
más de lo que te imaginas.
No quiero que la vida sin ti se me haga más difícil de lo que ya es, pero no lo consigo,
he llegado a darme tanta pena que sólo deseo desaparecer de todo y no existir,
ojala fuera así.
Aveces siento como si mi vida fuera una banda sonora, siempre triste, y cuando suena apareces tú en mi cabeza con una melodía más alegre, y me hace recordar lo feliz que fui
a tu lado por años.
Esos recuerdos son los que me hacen salir adelante...
Porque me imagino que los estoy viviendo de nuevo.

lunes, 15 de agosto de 2011

I love you




                                       



martes, 9 de agosto de 2011

Dime


No importa cuántas veces me dijeras que querías marcharte,
no importa cuántas veces respiraste aún sin poder respirar,
no importa cuántas noches te tumbaste completamente despierta
a la espera del día de mañana y volverme a mirar.
¿Adónde fuiste, de nuevo te irás?
Dime ¿porqué siempre te marchas cuando más me haces falta?

No importa cuántas veces nos hayamos visto, ninguna vez la olvidaré,
no importa cuántas mentiras hayan habido, por ti de mi mente las borré,
de tu existencia nunca me arrepentiré, dijimos que era para siempre y así no fue,
Dime, ¿porqué dejamos ésto, si nos hacía más fuerte de lo que podemos ser?



sábado, 6 de agosto de 2011

Un vuelo hacia Madrid

Hoy me he despertado por la mañana, desayuné, me vestí y me despedí de mi madre,
su beso me transmitió un ''hasta pronto'' antes que a una triste y simple despedida.
Me dirigí a la puerta para salir por ella, recogí mis maletas y dejé caer un alegrado adiós
mientras mi madre me ayudaba a bajar el equipaje.
Se me hacía extraño pensar que me marcharía de la isla, un vuelo con ida pero sin vuelta hacia Madrid.
Apresuré mi marcha hacia la parada de autobús y esperé a que llegara el mío.
No tardó ni un cuarto de hora en aparecer, me subí y me senté en la última fila de asientos.
Puse mi música en alto para evadirme del ruido ajeno de los viajeros,
oía ''Love is my disease'', de Alicia Keys.
Divisé por la ventana el aeropuerto, paró el autobús; ya llegó mi parada.
Bajé y me dirigí a dejar las maletas en la cinta de equipaje y subirme al avión,
y nada más recorrer el pasillo los nervios viajaron por mi cuerpo.
Me senté al lado de la ventana ya que me encanta admirar el cielo,
justo donde me encontraba en ese momento, flotando en él, en todos los aspectos.
Estaba en las nubes, me sentía tan libre... Volaría hacia ella, y aterrizaría en sus brazos.
Y con ese pensamiento me quedé profundamente dormida...

No sabía cuantas horas llevaba durmiendo, desperté en cuanto el avión aterrizó,
recogí mis maletas y salí afuera.
Ya me encontraba en Madrid, adoro esto, sinceramente...
Qué bello es todo, el olor a verano...
Bienvenida a Madrid.
Me sentía una persona totalmente distinta, había conseguido lo que más quería
en el mundo con un simple chasquido de dedos. Podría ver a Irene cuantos días quisiera,
sin dejarla sola nunca más...


Qué pena que esto no haya ocurrido,
ya que los sueños sueños son, y con ellos las ilusiones crecen.
Pero sólo me queda soñar, soñar hasta que todo se cumpla.
Ojalá ocurriera... Ojalá las maletas esperaran en mi puerta con un vuelo hacia Madrid,
verla todos los días que quisiera, nunca esperar meses para volver a encontrarnos,
y nunca más decir ''hasta la próxima vez que nos veamos, Irene'',
sino cambiarlo por un ''hasta mañana, te quiero... Y mucho''