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jueves, 17 de noviembre de 2011

El aeropuerto

Recuerdo el último día de nuestro primera verano juntas, cada una ya teníamos que marcharnos a nuestras casas, así que antes de ir al aeropuerto pasamos por la playa y nos sentamos sobre un muro de espaldas al mar. 
Irene pasó su brazo sobre mí para abrazarme y me quedé mirándola, me daba una lástima tremenda decirla ''hasta la próxima''.
Cogió un rotulador negro que tenía guardado en mi bolso, y escribió en mi brazo te amo Patty, luego puso 11-10-09  y 24-8-10 que fue el primer verano que pasamos juntas.
Nos empezamos a pintar todos los brazos con corazones, te quieros y miles de te amo y no te olvidaré.
La miré a los ojos y prometimos volver a vernos y nunca dejarnos, nos besamos y volvimos a abrazarnos.
Nos dirigimos hacia el aeropuerto y una vez allí dentro nos miramos, miré abajo y tenía su mano agarrada de la mía, en menos de media hora nos tenía que dar tiempo de despedirnos por completo. Me senté en uno de los asientos y ella se tumbó poniendo su cabeza sobre mis piernas, la acariciaba el pelo y la decía cuánto la quería, es que era tanto...
Se incorporó y empezó a besarme y hacerme cosquillas, quería hacerme reír porque ya sabía que acabaría triste y llorando, y me hizo un chupetón en el cuello que me hizo mucha risa verme todo el cuello morado.
La abracé como nunca, era tan tan bella hasta para despedirse.


Llegó la hora. Ya tenía que irse en unos minutos y la acompañé hasta la puerta para dejar el equipaje y entrar en el avión.
Estaba lleno de gente, y delante de todos la besé y la dije que la amaba, que nunca se separase de mí, que nos volveríamos a ver. Y ella me abrazó y vi como lágrimas caían sobre sus mejillas.
Yo lloré al verla así, y no pude contener llorar yo también, la abracé tan fuerte como pude.


Último abrazo. Se iba alejando, ya pasó el detector de metales e iba a adentrarse al avión, yo me di la vuelta para irme, tenía que volver a casa.
Pero quise darme la vuelta de nuevo y me giré para ver si ya se había ido, y ahí la vi, parada entre toda la multitud con su mirada fija en mí, llorando.
Corrí de nuevo hacia allí y la grité que viniera, pasó por debajo de las cintas que prohibían el paso corriendo para venir a mí y me abrazó tan tan fuerte que casi podía oír como latía su corazón de rápido.
La volví a besar, pero no podía quedarse ahí durante mucho tiempo, ahora sí que debía irse.
Me dijo que no quería coger el avión y volver a Madrid y la pedí que se quedara, que no podía estar sin ella un día más, pero no... Era totalmente imposible.

Todo el mundo nos miraba con emoción, fue precioso vivir una escena tan bella, y escenas como esas son la que nunca olvidaré.



He vuelto, pero no para quedarme

Hola de nuevo, hace días, o meses que no escribo pero tengo mis razones, una de ellas es que acabó lo que se daba. Completamente. No escribiré más -seguramente-, ha sido un placer para todos vosotros escribir y exponer mis sentimientos y que millones de personas lo hayan leído, no he hecho mejor cosa en mi vida que esto.
He pensado algo, y es que aunque ya no sienta lo mismo ya que lo mejor es olvidarla por mi bien,  es seguir escribiendo en el blog pero no de decir que la amo y que la echo de menos, no escribiré eso cuando no lo siento, sino de decir los días que pasé con ella, y nuestros encuentros, ya que me han pedido que no deje de escribir en el blog y sé que hay personas que necesitan leer mis textos de los cuales muchos se sienten identificados.

Gracias por seguir leyéndome, pero no escribiré tanto como antes, sino menos...
Necesito evadirme por completo de ella.

¡Besos!