Todo fue perfecto.
Dormir hasta las tantas porque pasaba las noches con ella, besarnos por cada rincón de la casa, abrazarla y llorar por la gran felicidad que tenía... ¿Cuándo se vive eso? Cuando se tiene a ella enfrente.
Tengo que reconocer que feliz nunca he sido, ni siquiera lo soy.
Sólo he sido feliz 14 días de 16 años que llevo de vida, y es porque esos 14 días la he tenido conmigo, sólo ella ha sabido enseñarme que no hay que llorar, que aunque parezca que siempre estoy feliz porque me río tanto y hago de costumbre tantas gracias...
No es por felicidad, si no por costumbre de tapar la horrible realidad que he vivido y aún vivo.
Cuando me surge la oportunidad de tener algo tan grande en mi vida, algo tan valioso y algo que me hará eternamente feliz haciéndome olvidar todo lo que he pasado... Me doy cuenta luego de que se encuentra a 1.735 kilómetros de distancia de mí. Aunque la distancia también hace que me haga feliz tenerla, lejos...
Pero la tengo.
Cuando no estoy con ella me siento al borde de la extinción, desayunaba con ella, despertaba las mañanas junto a ella, me vestía con ella en la misma habitación...
Cuando me arreglaba en el cuarto de baño y venía ella y me abrazaba por detrás, y me decía te amo...
No dejaba de abrazarme, me demostró que realmente quería estar conmigo. Lo hizo...
Me encantan las fotos que nos hicimos, en ninguna faltó un beso jaja.
En fin... Los días, noches tardes y mañanas fueron hermosos.
I love yo so much |
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